domingo, 5 de febrero de 2012

Contra la libertad

05/02/2012

José Manuel Monzón (Wyoming)
 
Cuando Dolores de Cospedal afirma que la imparcialidad en RTVE es mejorable tiene razón, todo es susceptible de mejora, incluso, me atrevería a decir, la presidenta de Castilla-La Mancha: roza la perfección en su hieratismo demagógico cuando proclama que el PP es el partido de los trabajadores, se pregunta en público quién repondrá la honorabilidad de Camps, o reclama austeridad en los salarios públicos, rebajando los sueldos de los funcionarios mientras sube el de sus asesores, cobrando ella misma el triple que el presidente del Gobierno anterior.
Aun así, cabría imaginar una pequeña mejora en su arrogancia despectiva y chulesca, pero donde mi imaginación no llega a percibir grado de perfección alguno es en la “parcialidad” y el saqueo de las arcas de los medios públicos allí donde gobiernan ella y sus compañeros. Recientemente nos hemos enterado de la compra de documentales de contenido político difamatorios de extrema derecha “imparcial”, alguno realizado por un personaje que se declara fascista seguidor de Mussolini. La productora comparte domicilio social con un alto cargo de Canal 9, y se pagó un precio injustificable dentro, es de suponer, de esa política de austeridad en los medios de comunicación públicos que dicen estar llevando a cabo.
Documentales que, en algún caso, para mayor escarnio, ya habían sido emitidos por Interecomía TV, cadena que recientemente entrevistó a Camps, quien manifestó su admiración por ese medio del que decía ser un asiduo seguidor. Por lo visto, su canal, Canal 9, no lo ve ni él. No le debe resultar del todo imparcial.